Un tratamiento de belleza a base de miel y oro. La miel reúne unas sorprendentes cualidades que rejuvenecen la piel, y las láminas de oro, de 24 quilates, ayudan a combatir la flacidez. Es un tratamiento antioxidante, hidratante y antibacteriano.
En primer lugar se aplica una mascarilla de miel sobre la que se distribuyen láminas de oro que posteriormente se deshacen con un suave masaje.
El oro tiene un efecto hidratante intenso, incrementa las defensas de la piel frente a las agresiones medioambientales y favorece su resistencia y los procesos de cicatrización.
La miel posee enzimas que ayudan a retirar las células muertas de la piel y facilitan la penetración de otros productos, como el oro.
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